Video: “Me imaginé muerto”, dice niño reclutado por el Cártel del Noreste a través de videojuegos

El caso de un niño de 12 años que fue reclutado por el Cártel del Noreste, utilizando un nuevo método, ha despertado alertas en México y Centroamérica. Los traficantes de drogas los engañaron para engancharlos a los videojuegos en línea.


La historia de Ernesto revela cómo un delincuente comenzó a jugar con él y sus amigos en Free Fire, se ganó su confianza, les pidió su número de celular, los contactó por WhatsApp y cuando logró llamar su atención, les ofreció dinero para entrenarlos como halcones, y luego les enseñaba a disparar para convertirlos en sicarios. Los padres de Ernesto lograron salvarlo, pero hay al menos 30 denuncias similares.

“Me imaginé muerto, acribillado a balazos”, dijo Ernesto en una entrevista con Telemundo, en la que dijo que pensaba “que nunca más volvería a ver a sus padres”. Cuando “Moreno”, la persona que se registraba todos los días para jugar Free Fire con él, le dijo que había sido reclutado por el Cártel del Noreste, el adolescente recordó que los tiroteos ficticios del videojuego ahora se iban a hacer realidad y eso lo asustó. .

El niño, de Oaxaca, advirtió sobre los riesgos de que los videojuegos en línea permitan conectar hasta 50 personas de todas las edades y de todo el mundo. En 2021, "Moreno" lo contactó aprovechando que durante la pandemia de COVID-19 los menores estaban tomando clases en línea, no asistían a la escuela y pasaban más tiempo en línea.

“Nunca le vi la cara”, comentó Ernesto y confesó que le habían ofrecido $400 la quincena, como sueldo para empezar como halcón; es decir, monitorear y reportar todos los movimientos de la policía y cárteles rivales. Más tarde sería entrenado como sicario y el dinero crecería y eventualmente se convertiría en traficante de drogas para ganar más.

“Nos dijo que nos iban a poner en un árbol o en una montaña pequeña para ver cuántos policías o soldados iban para allá… Me dijeron que después de ser un halcón me iban a ascender y cuando fuera listo, me enseñarían a disparar". Cuando accedió a unirse al cartel, fue trasladado de Oaxaca a Nuevo León, un estado en la frontera entre México y Estados Unidos.

Operación de rescate


Su madre, Alicia, con la ayuda de otros familiares, organizó la búsqueda del menor: “Si hubiéramos esperado, mi hijo ya estaría en Monterrey trabajando para el cartel sin posibilidad de salvarlo (…) fue como un balde de agua fría porque sentí que estaba perdiendo a mi hijo para siempre.

Finalmente, Alicia alertó a los compañeros de Ernesto de lo sucedido, uno de los niños le dijo que Ernesto estaba conectado a Free Fire y así pudieron encontrarlo y salvarlo: "(...) seguimos su posición y vimos dónde estaba. Ellos Lo encontramos y llamamos a la policía. Fue prácticamente un milagro para nosotros".


Con información de EFE y AP