En una profunda entrevista para el podcast *Criminalmente*, Anabel Hernández ha dejado claro que la figura de Joaquín "El Chapo" Guzmán, ampliamente reconocida como uno de los principales líderes del narcotráfico, es en realidad un mito construido por los medios y el gobierno mexicano. Según la periodista, el Chapo no fue más que una pieza limitada dentro de un engranaje mucho mayor, liderado en realidad por Ismael "El Mayo" Zambada.
Hernández también sostuvo que la imagen que se tiene del Chapo, como un capo inteligente y astuto, no es más que un relato fabricado para ocultar la corrupción interna del sistema de seguridad y justicia mexicano. Para ella, la figura del narcotraficante fue conveniente para cubrir otras realidades más profundas.
Además, en su crítica, Anabel Hernández calificó al Chapo como un hombre incapaz de formar estrategias complejas, resaltando su falta de educación y su carácter impulsivo y violento. Según ella, Guzmán no solo carecía de visión, sino que era un personaje que actuaba por instinto, sin un plan bien estructurado.
Otro aspecto clave que la periodista expuso fue el acuerdo que existió entre el gobierno mexicano y El Chapo para permitir su fuga en 2001, un hecho que según ella no fue una escapatoria fortuita, sino parte de un pacto más amplio.
Finalmente, Hernández aseveró que la crítica más dolorosa para Guzmán no fue su implicación en crímenes, sino el hecho de que la periodista lo calificara de "cobarde" en su libro *Los Señores del Narco*. Este término fue un golpe directo a la imagen del narcotraficante, quien valoraba enormemente la lealtad y el respeto en su círculo cercano.
De esta manera, la periodista continúa con su labor de deconstrucción de mitos alrededor del narcotráfico y sus principales figuras, destacando cómo las narrativas del poder y los medios pueden moldear una figura pública que no refleja la realidad.
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