En el mundo del narcotráfico, las figuras del entretenimiento han sido objeto de controversia y especulación debido a sus supuestos vínculos con cárteles criminales. Este es el caso de Paty Navidad, quien fue mencionada en las investigaciones de la periodista Anabel Hernández, autora de libros como *Los señores del narco* y *Las señoras del narco*. En sus textos, Hernández describe cómo algunas celebridades asistían a reuniones con narcotraficantes, y Navidad fue incluida en esta lista, lo que desencadenó una fuerte disputa entre ambas.
Anabel Hernández ha sido clara en sus afirmaciones sobre Navidad, destacando que la actriz solo figura en sus investigaciones como una de las muchas mujeres del espectáculo que, supuestamente, habrían sido invitadas a eventos privados organizados por el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva. En sus entrevistas, Hernández ha asegurado que Paty Navidad no tenía un papel protagónico en el contexto criminal, y la describe como "una mujer de segunda categoría" en ese mundo.
Por su parte, Paty Navidad ha rechazado rotundamente las acusaciones. En varias ocasiones, la actriz ha sostenido que asistió a una reunión con Beltrán Leyva bajo el engaño de que un admirador enfermo quería verla, pero al llegar al lugar descubrió que el encuentro tenía otros objetivos. Navidad afirma que el narcotraficante le hizo una propuesta "indecorosa", la cual rechazó de inmediato. Además, asegura que nunca aceptó dinero ni regalos, y que su participación en dicho evento fue malinterpretada.
Este conflicto alcanzó un punto álgido en agosto de 2024, cuando ambas figuras se enfrentaron cara a cara en el programa *La Mesa Caliente* de Telemundo. Durante la transmisión, Navidad acusó a Hernández de mezclar rumores con hechos y de hacer afirmaciones sin pruebas, lo que generó un intercambio tenso entre ambas. La actriz también dejó claro que no tenía intención de emprender acciones legales, ya que los libros de la periodista están llenos de términos como "supuestamente" o "alegadamente", lo cual, según ella, dificulta cualquier tipo de demanda por difamación.
El choque entre ambas no solo ha sido mediático, sino también emocional. Navidad expresó que las acusaciones de Hernández afectaron su estabilidad emocional, aunque aseguró que ya había superado el enojo y no permitiría que esta controversia afectara su carrera ni su reputación.
Por otro lado, Anabel Hernández ha defendido su trabajo, señalando que los testimonios que incluyó en sus investigaciones son considerados pruebas válidas en el ámbito periodístico y judicial. De igual manera, invitó a Navidad a presenciar un juicio penal para entender cómo funcionan estos procesos.
El conflicto continúa siendo un tema de discusión en los medios de comunicación, especialmente por la manera en que se han manejado las pruebas y los testimonios en este tipo de investigaciones. Aunque ambas partes parecen estar firmes en sus posturas, el asunto sigue sin resolverse, y las declaraciones de una y otra continúan generando debate sobre los límites entre el periodismo y la esfera personal de las figuras públicas.
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