El caso de tres personas desaparecidas y entregadas a un grupo delictivo genera indignación en Tamaulipas, tras la denuncia de uno de los afectados.

En la madrugada de ayer, fueron localizados y liberados tres residentes de Allende, Coahuila, quienes habían sido reportados como desaparecidos desde el pasado sábado, luego de un viaje a Reynosa, Tamaulipas, en busca de un tráiler.

José Luis Garza Guerra, uno de los afectados, relató cómo fueron detenidos a la entrada de Reynosa en el retén de La Vaquita por elementos de la "Fiscalía de Reynosa". Según su declaración, en lugar de ser procesados por una falta administrativa, fueron entregados a un grupo delictivo que operaba en la región.

“Nos quitaron los teléfonos, nos esposaron y nos entregaron a un grupo delictivo”, aseguró Garza, describiendo el trato recibido por parte de las autoridades locales. El incidente ha generado indignación, ya que se acusa a los agentes de la Fiscalía de Reynosa de colaborar con los delincuentes a cambio de una remuneración.

Los tres liberados, quienes sufrieron este episodio de violencia y abuso de poder, afirman que el crimen organizado tiene un control casi absoluto sobre la seguridad en la región, lo que genera una sensación de impunidad para los responsables de estos actos. Este caso ha desatado nuevas investigaciones en Tamaulipas, y las autoridades federales han comenzado a tomar cartas en el asunto.

Las autoridades federales han abierto una investigación para esclarecer los hechos, mientras que la población local exige justicia.

La situación en Reynosa es parte de un contexto más amplio de violencia e impunidad que azota a varias regiones de México, especialmente en los estados del norte, como Tamaulipas. Organizaciones civiles han alertado sobre la creciente penetración del crimen organizado en las instituciones de seguridad pública, y en particular, sobre la presunta complicidad de algunos elementos de la Fiscalía estatal.