La cacería por parte de Estados Unidos contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha revelado una **trama de espionaje y seducción** política que duró meses y tuvo como escenario un hangar en el aeropuerto ejecutivo de La Isabela, Santo Domingo, República Dominicana. En abril del año pasado (2024), el General Bitner Villegas, un coronel de la fuerza aérea y piloto habitual de Maduro, fue el objetivo de un acercamiento directo y audaz por parte de un agente federal estadounidense.
El hombre detrás de la operación fue **Edwin Lopez**, entonces un adjunto de Homeland Security Investigations (DHS) en la embajada en la República Dominicana y un ex *U.S. Army Ranger* con experiencia en la lucha contra el **narcotráfico** y redes criminales. Lopez aprovechó que dos jets presidenciales venezolanos estaban en mantenimiento en el país caribeño, una circunstancia que ya era considerada una violación de las sanciones estadounidenses.
El Acercamiento Secreto y la Oferta Millonaria
Tras obtener la luz verde de sus superiores y de las autoridades dominicanas para evitar un incidente diplomático, Lopez y su equipo se reunieron con los pilotos venezolanos. El encuentro clave fue con el General Villegas, a quien los agentes habían identificado como la pieza fundamental para el éxito de su plan. El agente Lopez hizo una propuesta que prometía cambiar la vida del piloto y la historia política de la región:
“La propuesta era clara: a cambio de desviar subrepticiamente el avión presidencial de Maduro a un lugar donde las autoridades de EE. UU. pudieran apresarlo, el aviador se convertiría en un hombre muy rico y sería amado por millones de sus compatriotas.”
El sitio de la detención podía ser a elección del General Villegas: Puerto Rico, la República Dominicana o incluso la base militar de Guantánamo Bay, Cuba. Si bien Villegas dejó el encuentro sin comprometerse formalmente, un detalle clave mantuvo viva la esperanza de la inteligencia estadounidense: **le proporcionó al agente su número de teléfono celular**, una señal de que la propuesta podría no haber caído en saco roto.
Conversaciones en la Clandestinidad
Durante los siguientes 16 meses, incluso después de que Lopez se retirara de su cargo gubernamental en julio, la comunicación se mantuvo. El agente utilizó aplicaciones de mensajería encriptada, como WhatsApp y Telegram, para continuar la labor de persuasión.
La presión se intensificó en agosto de 2025, cuando el gobierno de **Donald J. Trump** duplicó la recompensa ofrecida por la captura de Maduro —acusado de **narco-terrorismo**— hasta alcanzar los **$50 millones**. Lopez intentó utilizar este dato como último recurso para convencer al piloto.
“Todavía estoy esperando tu respuesta,” escribió Lopez al piloto el 7 de agosto, adjuntando un enlace a un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de EE. UU. que anunciaba el aumento de la recompensa.
Sin embargo, el destino del plan ya estaba sellado. En su última interacción, Villegas se mostró combativo y firme en su lealtad, calificando a Lopez de "cobarde" y rechazando la oferta de forma contundente. **"Nosotros los venezolanos somos de otra madera,"** escribió Villegas en un tono que refleja la polarización política, **"Lo último que somos es traidores."** Poco después de estas palabras, el General Bitner Villegas bloqueó el número del exagente, poniendo fin a una de las tramas de inteligencia más osadas contra el régimen venezolano.
Imagen enviada por **Elsa Guzmán** (lectora)
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